miércoles, 23 de diciembre de 2009
Bombaia
miércoles, 16 de diciembre de 2009
Yo persigo una forma
Yo persigo una forma que no encuentra mi estilo,
botón de pensamiento que busca ser la rosa;
se anuncia con un beso que en mis labios se posa
el abrazo imposible de la Venus de Milo.
Adornan verdes palmas el blanco peristilo;
los astros me han predicho la visión de la Diosa;
y en mi alma reposa la luz como reposa
el ave de la luna sobre un lago tranquilo.
Y no hallo sino la palabra que huye,
la iniciación melódica que de la flauta fluye
y la barca del sueño que en el espacio boga;
y bajo la ventana de mi Bella-Durmiente,
el sollozo continuo del chorro de la fuente
y el cuello del gran cisne blanco que me interroga.
Rubén Darío (1867-1916)
Poeta nicaraguense universal. Le llamaron "El príncipe de las letras castellanas".
Podéis conocer mucho más de él en el extenso artículo que tiene la Wikipedia en castellano, aquí.
Saludos,
martes, 15 de diciembre de 2009
El imperio de los sinsentidos

Hieronimus Tonneman y su hijo

Claves musicales


"Revista Electrónica distribuida gratuitamente por e-mail,
con contenidos de interés para músicos profesionales, estudiantes,
docentes de música y melómanos, con el objeto de difundir e
intercambiar ideas, comentarios, artículos de interés,


lunes, 14 de diciembre de 2009
Tres eran tres
Voces de muerte sonaron
cerca del Guadalquivir.
Voces antiguas que cercan
voz de clavel varonil.
Les clavó sobre las botas
mordiscos de jabalí.
En la lucha daba saltos
jabonados de delfín.
Bañó con sangre enemiga
su corbata carmesí,
pero eran cuatro puñales
y tuvo que sucumbir.
Cuando las estrella clavan
rejones al agua gris,
cuando los erales sueñan
verónicas de alhelí,
voces de muerte sonaron
cerca del Guadalquivir.
*
Antonio Torres Heredia.
Camborio de dura crin,
moreno de verde luna,
voz de clavel varonil:
¿Quién te ha quitado la vida
cerca del Guadalquivir?
Mis cuatro primos Heredias
Hijos de Benamejí.
Lo que en otros no envidiaban,
ya lo envidiaban en mí.
Zapatos color corinto,
medallones de marfil,
y este cutis amasado
con aceituna y jazmín.
¡Ay, Antoñito el Camborio,
digno de una Emperatriz!
Acuérdate de la Virgen
porque te vas a morir.
¡Ay Federico García,
llama a la guardia civil!
Ya mi talle se ha quebrado
como caña de maíz.
*
Tres golpes de sangre tuvo
y se murió de perfil.
Viva moneda que nunca
se volverá a repetir.
Un ángel marchoso pone
su cabeza en un cojín.
Otros de rubor cansado
encendieron un candil.
Y cuando los cuatro primos
llegan a Benamejí,
voces de muerte cesaron
cerca del Guadalquivir.




domingo, 13 de diciembre de 2009
Gigante
Hay cosas que no puedo comprender con facilidad. Una de las que me ha tenido más molesto desde el pasado verano, ha sido mi absoluta incapacidad para dar valor a una figura de la flauta como es el protagonista de nuestra entrada.
Lo cierto es que si no fuera por a ayuda inestimable de los familiares de nuestro protagonista me hubiera quedado con las ganas.
¿Estoy pues satisfecho? Lo cierto es que no. Cuanto más conozco de nuestro personaje más ganas tengo de saber de él.
La recuperación de la memoria musical de nuestro patrimonio pasado es algo que me puede. Yo no soy músico ni flautista pero todo lo que leo o aprendo sobre nuestro pasado en este campo, sea próximo o cercano da más valor y enriquece el futuro de mi hija, que sí quiere serlo.
Considero una pérdida irremediable el olvido de este tiempo personal y vivencial que, de algún modo, es de todos.
Por eso estoy especialmente agradecido al sobrino y a la hija de nuestro protagonista sin los cuales yo personalmente sería más pobre.
Esta pequeña entrada no es lo adecuado. Creo que nuestro protagonista merece una web dedicada a él, por su historia y lo que representa aún hoy para este pequeño mundo de la flauta y porque, de modo egoísta, quisiera que su historia pasara a formar parte de la nuestra como un hilo de Ariadna que recorre la historia de la flauta en España. El trabajo de López y Gericó en su Historia de la Flauta del Romántico XIX es un camino inestimable que debería ensancharse en la medida que nos acercamos a nuestro tiempo. Una visión perspectiva con el punto de fuga en los orígenes de la flauta travesera.
No he conseguido aún grabaciones sonoras de sus actuaciones, aunque estoy seguro que las hay, ni he agotado todos lugares en los que seguramente hay guardados documentos, pero hoy por hoy mis fuentes son las más fiables ya que son las que levan los mismo genes que nuestro protagonista.
Muchas gracias Juan Manuel y Doña Manuela.
Nuestro protagonista de hoy es,
Don Manuel Garijo Moreno
D. Manuel Garijo Moreno, nace en Murcia el 13 de abril de 1892.
Es el segundo de cuatro hermanos, Gabriel, él mismo, Lucas y Juana.
En su familia no hay constancia de antecedentes musicales, sólo el hermano mayor, Gabriel, se interesa en el estudio de la trompeta.
El padre fallece mientras está combatiendo en la Guerra de Cuba y los tres hermanos varones ingresan en el Colegio Niños de la Misericordia de Murcia.
Es en esta institución donde Manuel y Gabriel se inician en la música. Dicha institución llegó a ser reconocida por el énfasis en la educación artística de sus alumnos, teniendo un coro muy reconocido en su época.
En abril de 1905, acabados de cumplir los trece años, se traslada a Madrid para ocupar la plaza de educando en el Regimiento de Infantería Inmemorial nº 1. Por su constitución física es designado para tocar el flautín. Parece, pues, que el primer contacto de D. Manuel con la flauta es más bien fruto de la decisión de terceros.
Paralelamente, estudia en el Real Conservatorio Superior de Madrid bajo la guía de D. Francisco González Maestre,
Francisco González Maestre
como catedrático de flauta del Real Conservatorio Superior de Música y Declamación de Madrid. Su prestigio como flautista era entonces reconocido, como aún lo es hoy en día. Para D. Manuel 1915 es su año de graduación, con las calificaciones máximas. El tribunal presidido por el Maestro Andrés Bretón considera que el nivel de D. Manuel Garijo merece un reconocimiento especial creándose en ese momento el Diploma de Honor Especial para Instrumentos de Viento que el RCSM otorgó por primera vez en Noviembre de ese año (Al menos entre los años 1915 y 1959 no se volvió a conceder dicho diploma).
En 1916 obtiene la plaza de solista en la Orquesta Sinfónica de Madrid (Orquesta Arbós).
El 1 de abril de 1918 obtiene la plaza de solista en la Banda de Música del Cuerpo de Alabarderos (posteriormente Banda Republicana) según consta en su historial militar. Con los Alabarderos desarrolla una intensa actividad con conciertos toda España.
Ese mismo año contrae matrimonio con la valenciana D. Manuela Albariño López, que fallecería en Valencia seis años más tarde el 21 de agosto de 1924. Tan corto matrimonio dejó no obstante el fruto de sus dos únicos hijos. Manuela (1919-), y Alberto (1922-1985). Manuela es hoy en día un punto de referencia histórico que nos ayuda a todos a comprender la magnitud de la figura de su padre.
En 1922, obtiene la plaza de Profesor de Flauta de prestigiosa Capilla Real. Y es nombrado flauta solista de la Orquesta del Teatro Real.
En 1923, con compañeros del Cuerpo de Alabarderos forma una agrupación que recorrería todo el país dando conciertos, el Quinteto "Variedad de Música de Cámara del Real Cuerpo de Guardias Alabarderos" D. Manuel Garijo a la flauta, D. Emilio González al oboe, D. Aurelio Fernández al clarinete, D. Francisco Quintana al fagot y D. Álvaro Mout a la trompa. La familia aún conserva una foto de la agrupación dedicada por la centenaria Unió Musical de Lliria.
ABC 30-01-1931 En Tarragona
En 1925 recibe la "Medalla del Homenaje".
En 1926 la Gran Cruz de Isabel la Católica. Ese mismo año contrae segundas nupcias con Dña. Aurelia García de Mateos, en el mes de Marzo.
En 1927 forma otro grupo de cámara, el Quinteto Español de Musica de Cámara: Garijo (flauta), González (oboe), Fernández (clarinete), Romo (fagot), Mont (trompa).
En 1930 entra en escena el "Trío Garijo, Menéndez y Cerquera " Manuel Garijo (flauta), Julián Menéndez (clarinete) y Rafael López Cerquera (piano). Tres figuras que han dejado su impronta en la historia musical española.
En el convulso 1931 formará otro trío de referencia el "Trío de Cámara" formado por D. Manuel Garijo, D. Santos Gandía y D. Nicanor Zabaleta respectivamente flauta, violonchelo y arpa. Varios compositores les dedicaron obras como por ejemplo el casi tristemente olvidado hoy, el madrileño Salvador Bacarisse.
ABC Martes 2 Abril 1932
Su especialización en música de Cámara es reconocida nacional e internacionalmente y no era extraño escucharle a través de las radios de la época en actuaciones de cámara, sobre todo hasta el estallido de la Guerra Civil. Recomiendo en este sentido hacer una búsqueda en la hemeroteca de La Vanguardia en la red, para obtener algunas de las programaciones radiofónicas en las que aparece D. Manuel con su propio nombre.
El mismo 1931 pasa a formar parte por evolución histórica de la Banda de la Guardia Republicana continuando con la actividad musical hasta el comienzo de la Guerra Civil, durante la cual permanece en Madrid hasta el el 3 de Marzo de 1938 en que es trasladado por el Gobierno de la República a Barcelona donde entra en contacto con diversos músicos catalanes con los que desarrolla una breve pero intensa actividad musical en dúos, tríos y música de cámara hasta el 24 enero de 1939 en que pasa a Francia donde permanece varios meses en un campo de refugiados.
El Castellano de Toledo 17-1-1931
De vuelta a España, es requerido en Barcelona en el verano de 1939 por el Juzgado Militar de Oficiales y Generales número 2, hasta que le es autorizado el regreso a Madrid por la autoridad militar poco antes de finalizar 1939. Desde esa fecha y hasta junio de 1943 en que el juzgado militar de Barcelona dicta sentencia favorable, está en situación de "disponible forzoso" y así continúa, sin volver a ocupar su plaza de flauta solista hasta que en 1951 causa baja al cumplir la edad reglamentaria.
En 1943 obtiene la plaza de flauta solista en la Orquesta Nacional de España.
En lo que se refiere a su residencia, si bien era murciano de nacimiento, prácticamente toda su vida residió en Madrid, primero en el número 24 de la calle Martín de los Heros, en el corazón del barrio de Argüelles y posteriormente y hasta su fallecimiento en el número 8 de la calle Santiago. Esta calle y la esquinera calle del Espejo conservan todavía su apellido en forma de la tienda musical Mundimúsica Garijo, gestionada por familiares de D. Manuel.
Valencia y Murcia fueron dos ciudades en las que pasaba largas temporadas, debido a los lazos familiares que mantenía en ambas y a las continuas invitaciones que recibía para impartir clases.
Juegos Florares Cullera 1929
Torrevieja (Alicante) fue su segunda casa durante muchos veranos en los que presidia el tribunal del Certamen de Habaneras y pasaba varias semanas en compañía de su familia.
Su retirada de los escenarios en la primavera de 1954 fue consecuencia de los consejos de su médico, el eminente doctor Bastos. Una doble afección pulmonar y cardíaca para nada favorecidas por el su tremenda afición al tabaco, pusieron en grave riesgo su vida. El doctor Bastos trató en vano durante varios años que D. Manuel Garijo se apartase de las giras de concierto hasta que finalmente tras regresar de un concierto en Cáceres, obtuvo su compromiso de que tras finalizar aquella temporada, abandonaría los escenarios para dedicarse a la docencia.
Su último concierto, con 62 años, fue la primavera de 1954 en la ciudad de Cáceres con la Orquesta de Cámara bajo la batuta del Maestro Arambarri.
Hace poco escuché a la pianista tunecina Roberte Mamou decir que por muy buen intérprete que seas, si no eres capaz de transmitir lo que has aprendido y seguir la cadena de enseñanza como progreso de al música, es como si no hubieras existido.
Afortunadamente D. Manuel no tiene ese problema. Dicen sus familiares que siempre recordaba que sus logros con la flauta los había alcanzado gracias a las enseñanza que recibió en su día en el colegio de los Niños de la Misericordia, por lo que desde su llegada a Madrid a pesar de su juventud, siempre que surgía la ocasión se dedicaba a enseñar, mejorar y perfeccionar el estilo de otros músicos más jóvenes que él.
Su relación muy especial con D. Francisco González Maestre le marcó de manera definitiva. La admiración que sentía hacia su maestro hizo que desde siempre D. Manuel Garijo sintiera un atracción por la enseñanza y la relación maestro/discípulo.
Maestro y alumno
Ya desde 1912 hay anotaciones que prueban que impartía clases a educandos, estando él mismo estudiando en el Conservatorio Superior.
Toda esa experiencia fue creando en D. Manuel la necesidad de desarrollar unos ejercicios progresivos que años más tarde serían la base sobre la que desarrollaría su personal estilo educativo (y que fueron publicados a su fallecimiento y revisadas por algunos de sus alumnos en 1983). A partir de 1924 impartió clases en diversas bandas y asociaciones musicales de Murcia y Valencia coincidiendo con viajes que realizaba con la Banda de Alabarderos o por motivos familiares. Muchas miembros de sociedades musicales como las de Lliria, Cullera, Sueca recibieron lecciones de D. Manuel Garijo cuando acudía a tocar allí con la Banda, como solista o como integrante de alguno de los tríos, cuartetos o quintetos de los que era miembro.
En el Boletin Oficial del Estado número 218 de 6 de Agosto de 1946 se informa que el 29 de Julio de ese mismo año se nombra a D. Manuel Garijo Moreno Profesor Especial de "Flauta y Flautín" (las comillas no son mías) del Real Conservatorio de Madrid, en virtud de concurso-oposición., la misma que en su día había ocupado su maestro D. Francisco González. En el B.O.E se establece que "la propuesta ha sido formulada por unanimidad del Tribunal. Como curiosidad comentar que el sueldo asignado para la plaza era de 5.000 pesetas.
Con él se formaron muchos de los grandes flautistas de la época y que fueron destacadas figuras de los años 50, 60 y 70 como Andrés Carreres, José Dominguez, Rafael López del Cid … profesores que han hecho llegar la cadena de transmisión hasta la fantástica generación de flautistas españoles en activo, que a su vez han formado a generaciones más jóvenes, que a su vez…
Con el testimonio directo de su hija D. Manuela sabemos hoy que mantenía una extraordinaria relación maestro-discípulo dedicando muchas horas a la semana a la docencia. Con frecuencia recibía a los alumnos en su casa y con ellos pasaba las tardes sin percibir un solo céntimo a cambio. Muchos de ellos, procedentes de diversas ciudades, encontraban además la comida o la cena que su esposa preparaba para que no tuvieran que gastar nada. Para cada uno de ellos preparaba ejercicios personalizados en función de su nivel y/o velocidad de aprendizaje.
Doña Manuela, su hija, recuerda 5 flautas utilizadas por D. Manuel, de las que su sobrino me ha mandado amablemente estas imágenes.
El 18 de diciembre de 1959 fallece en Madrid. En la prensa de Murcia la noticia se dio a tres columnas "Ha muerto Manuel Garijo" .
Su apellido sirve actualmente como ariete para una serie de actividades comerciales y culturales que sostienen y apoyan este mundo. Desde las colecciones de grabaciones que en los ochenta sirvieron para dar a conocer repertorio de flauta, junto al Círculo de Bellas Artes, los cursos de verano que llevan su nombre, que cada año bajo la dirección de Salvador Espasa, preparan a nuevas generaciones de flautistas; el próximo Concurso Nacional de Flauta Manuel Garijo organizado por a AFE que ya tuvo una edición anterior; la tienda Mundimúsica Garijo, meca de tantos estudiantes en busca de instrumentos , literatura o partituras; Euromúsica Garijo con su labor de representación de importantes marcas nacionales y extranjeras
y su labor de mecenazgo y difusión de la música en general y de flauta en particular. (Si no lo estáis os recomiendo que, en su página, os suscribáis a sus boletines.
Saludos,
viernes, 11 de diciembre de 2009
Lo leo y no lo creo
Un espectador denuncia a un músico de jazz por no tocar jazz


Reconozco que la noticia me ha retrotraído a la España de mi juventud, a la revista Triunfo, al ya desaparecido periodista Lluis Carandell y a su columna Celtiberia Show; seguro que esta noticia le hubiera encantado.
Es triste e injusto pero también reconozco que a partir de esto, cuando piense en Sigüenza ya no pensaré en los fantásticos ágapes que he tomado allí, sino en esta noticia surrealista.
Es especialmente triste porque reconozco la injusticia del hecho y que, al hacerlo, le estoy dando prioridad a un suceso del anecdotario que no debería ser más que eso. Pero me pasa como con algunas canciones del verano. Son horribles pero acabas tarareándolas.
Os dejo también el enlace a la página del festival, con la nota de la Concejalía de Cultura, que sigue apostando por la línea progresiva del Festival. Suerte con ello.
Como titula en su entrada Enrique Blanco, Cualquier día me detienen.
miércoles, 9 de diciembre de 2009
La flautista - La Sirenita

Camille Claudel (1864-1943) mantuvo una relación sentimental con su maestro Auguste Rodin que terminó trágicamente por la negativa de éste a abandonar a su otro amor Rose Beuret.
Rodin la acusó de plagiarle y de no tener realmente un estilo personal definido, así como de reflejar exclusivamente la tristeza . Su obra, si bien refleja semejanzas con la de Rodin tiene un toque femenino que permite identificarla como obra original.
Camille también mantuvo una relación con un Claude Debussy ya casado.
Trágica vida que termina trágicamente al internarla su familia, encabezada por su católico hermano Paul Claudel, en una institución psiquiátrica durante treinta años, hasta su muerte, sin permitirle recibir visitas.
Si os llama la atención la historia os recomiendo que alquiléis en el videoclub la película La Pasión de Camille Claudel (1988) con Isabelle Adjani y Gérard Depardieu haciendo de Rodin. Como es muy posible que esté descatalogada, una opción más cutrilla es verla en Youtube donde está colgada a trozos, exactamente en 19 trozos. Éste es el primero,
Os aconsejo que os hagáis una lista de reproducción y la veréis más o menos seguida.
Saludos,
martes, 8 de diciembre de 2009
Hocus Pocus de Focus


lunes, 7 de diciembre de 2009
Fat or Fit?
Activity (1 hour) | 130lbs | 155lbs | 190lbs |
Aerobics, general Aerobics, high impact Aerobics, low impact Archery (non-hunting) Automobile repair Backpacking, general Badminton, competitive Badminton, social, general Basketball, game Basketball, nongame, general Basketball, officiating Basketball, shooting baskets Basketball, wheelchair Bicycling, <10mph,>20mph, racing Bicycling, 10-11.9mph, light effort Bicycling, 12-13.9mph, moderate effort Bicycling, 14-15.9mph, vigorous effort Bicycling, 16-19mph, very fast, racing Bicycling, BMX or mountain Bicycling, stationary, general Bicycling, stationary, light effort Bicycling, stationary, moderate effort Bicycling, stationary, very light effort Bicycling, stationary, very vigorous effort Bicycling, stationary, vigorous effort Billiards Bowling Boxing, in ring, general Boxing, punching bag Boxing, sparring Broomball Calisthenics (pushups, sit-ups), vigorous effort Calisthenics, home, light/moderate effort Canoeing, on camping trip Canoeing, rowing, >6 mph, vigorous effort Canoeing, rowing, crewing, competition Canoeing, rowing, light effort Canoeing, rowing, moderate effort Carpentry, general Carrying heavy loads, such as bricks Child care: sitting/kneeling-dressing, feeding Child care: standing-dressing, feeding Circuit training, general Cleaning, heavy, vigorous effort Cleaning, house, general Cleaning, light, moderate effort Coaching: football, soccer, basketball, etc. Construction, outside, remodeling Cooking or food preparation Cricket (batting, bowling) Croquet Curling Dancing, aerobic, ballet or modern, twist Dancing, ballroom, fast Dancing, ballroom, slow Dancing, general Darts, wall or lawn Diving, springboard or platform Electrical work, plumbing Farming, baling hay, cleaning barn Farming, milking by hand Farming, shoveling grain Fencing Fishing from boat, sitting Fishing from river bank, standing Fishing in stream, in waders Fishing, general Fishing, ice, sitting Football or baseball, playing catch Football, competitive Football, touch, flag, general Frisbee playing, general Frisbee, ultimate Gardening, general Golf, carrying clubs Golf, general Golf, miniature or driving range Golf, pulling clubs Golf, using power cart Gymnastics, general Hacky sack Handball, general Handball, team Health club exercise, general Hiking, cross country Hockey, field Hockey, ice Horse grooming Horse racing, galloping Horseback riding, general Horseback riding, trotting Horseback riding, walking Hunting, general Jai alai Jogging, general Judo, karate, kick boxing, tae kwan do Kayaking Kickball Lacrosse Marching band, playing instrument(walking) Marching, rapidly, military Moto-cross Moving furniture, household Moving household items, boxes, upstairs Moving household items, carrying boxes Mowing lawn, general Mowing lawn, riding mower Music playing, cello, flute, horn, woodwind Music playing, drums Music playing, guitar, classical, folk(sitting) Music playing, guitar, rock/roll band(standing) Music playing, piano, organ, violin, trumpet Paddleboat Painting, papering, plastering, scraping Polo Pushing or pulling stroller with child Race walking Racquetball, casual, general Racquetball, competitive Raking lawn Rock climbing, ascending rock Rock climbing, rapelling Rope jumping, fast Rope jumping, moderate, general Rope jumping, slow Rowing, stationary, light effort Rowing, stationary, moderate effort Rowing, stationary, very vigorous effort Rowing, stationary, vigorous effort Rugby Running, 10 mph (6 min mile) Running, 10.9 mph (5.5 min mile) Running, 5 mph (12 min mile) Running, 5.2 mph (11.5 min mile) Running, 6 mph (10 min mile) Running, 6.7 mph (9 min mile) Running, 7 mph (8.5 min mile) Running, 7.5mph (8 min mile) Running, 8 mph (7.5 min mile) Running, 8.6 mph (7 min mile) Running, 9 mph (6.5 min mile) Running, cross country Running, general Running, in place Running, on a track, team practice Running, stairs, up Running, training, pushing wheelchair Running, wheeling, general Sailing, boat/board, windsurfing, general Sailing, in competition Scrubbing floors, on hands and knees Shoveling snow, by hand Shuffleboard, lawn bowling Sitting-playing with child(ren)-light Skateboarding Skating, ice, 9 mph or less Skating, ice, general Skating, ice, rapidly, > 9 mph Skating, ice, speed, competitive Skating, roller Ski jumping (climb up carrying skis) Ski machine, general Skiing, cross-country, >8.0 mph, racing Skiing, cross-country, moderate effort Skiing, cross-country, slow or light effort Skiing, cross-country, uphill, maximum effort Skiing, cross-country, vigorous effort Skiing, downhill, light effort Skiing, downhill, moderate effort Skiing, downhill, vigorous effort, racing Skiing, snow, general Skiing, water Ski-mobiling, water Skin diving, scuba diving, general Sledding, tobogganing, bobsledding, luge Snorkeling Snow shoeing Snowmobiling Soccer, casual, general Soccer, competitive Softball or baseball, fast or slow pitch Softball, officiating Squash Stair-treadmill ergometer, general Standing-packing/unpacking boxes Stretching, hatha yoga Surfing, body or board Sweeping garage, sidewalk Swimming laps, freestyle, fast, vigorous effort Swimming laps, freestyle, light/moderate effort Swimming, backstroke, general Swimming, breaststroke, general Swimming, butterfly, general Swimming, leisurely, general Swimming, sidestroke, general Swimming, sychronized Swimming, treading water, fast/vigorous Swimming, treading water, moderate effort Table tennis, ping pong Tai chi Teaching aerobics class Tennis, doubles Tennis, general Tennis, singles Unicycling Volleyball, beach Volleyball, competitive, in gymnasium Volleyball, noncompetitive; 6-9 member team Walk/run-playing with child(ren)-moderate Walk/run-playing with child(ren)-vigorous Walking, 2.0 mph, slow pace Walking, 3.0 mph, mod. pace, walking dog Walking, 3.5 mph, uphill Walking, 4.0 mph, very brisk pace Walking, carrying infant or 15-lb load Walking, grass track Walking, upstairs Walking, using crutches Wallyball, general Water aerobics, water calisthenics Water polo Water volleyball Weight lifting or body building, vigorous effort Weight lifting, light or moderate effort Whitewater rafting, kayaking, or canoeing | 354 413 295 207 177 413 413 266 472 354 413 266 384 236 944 354 472 590 708 502 295 325 413 177 738 620 148 177 708 354 531 413 472 266 236 708 708 177 413 207 472 177 207 472 266 207 148 236 325 148 295 148 236 354 325 177 266 148 177 207 472 177 325 354 148 207 354 236 118 148 531 472 177 207 295 325 236 177 295 207 236 236 708 472 325 354 472 472 354 472 236 384 148 295 708 413 590 295 413 472 236 384 236 354 531 413 325 148 118 236 118 177 148 236 266 472 148 384 413 590 236 649 472 708 590 472 413 502 708 561 590 944 1062 472 531 590 649 679 738 797 826 885 531 472 472 590 885 472 177 177 295 325 354 177 148 295 325 413 531 885 413 413 561 826 472 413 974 531 295 354 472 413 354 413 413 413 295 472 207 413 590 295 354 708 354 207 236 177 236 590 472 472 590 649 354 472 472 590 236 236 236 354 354 413 472 295 472 236 177 236 295 148 207 354 236 207 295 472 236 413 236 590 177 354 177 295 | 422 493 352 246 211 493 493 317 563 422 493 317 457 281 1126 422 563 704 844 598 352 387 493 211 880 739 176 211 844 422 633 493 563 317 281 844 844 211 493 246 563 211 246 563 317 246 176 281 387 176 352 176 281 422 387 211 317 176 211 246 563 211 387 422 176 246 422 281 141 176 633 563 211 246 352 387 281 211 352 246 281 281 844 563 387 422 563 563 422 563 281 457 176 352 844 493 704 352 493 563 281 457 281 422 633 493 387 176 141 281 141 211 176 281 317 563 176 457 493 704 281 774 563 844 704 563 493 598 844 669 704 1126 1267 563 633 704 774 809 880 950 985 1056 633 563 563 704 1056 563 211 211 352 387 422 211 176 352 387 493 633 1056 493 493 669 985 563 493 1161 633 352 422 563 493 422 493 493 493 352 563 246 493 704 352 422 844 422 246 281 211 281 704 563 563 704 774 422 563 563 704 281 281 281 422 422 493 563 352 563 281 211 281 352 176 246 422 281 246 352 563 281 493 281 704 211 422 211 352 | 518 604 431 302 259 604 604 388 690 518 604 388 561 345 1380 518 690 863 1035 733 431 474 604 259 1078 906 216 259 1035 518 776 604 690 388 345 1035 1035 259 604 302 690 259 302 690 388 302 216 345 474 216 431 216 345 518 474 259 388 216 259 302 690 259 474 518 216 302 518 345 173 216 776 690 259 302 431 474 345 259 431 302 345 345 1035 690 474 518 690 690 518 690 345 561 216 431 1035 604 863 431 604 690 345 561 345 518 776 604 474 216 173 345 173 259 216 345 388 690 216 561 604 863 345 949 690 1035 863 690 604 733 1035 819 863 1380 1553 690 776 863 949 992 1078 1165 1208 1294 776 690 690 863 1294 690 259 259 431 474 518 259 216 431 474 604 776 1294 604 604 819 1208 690 604 1423 776 431 518 690 604 518 604 604 604 431 690 302 604 863 431 518 1035 518 302 345 259 345 863 690 690 863 949 518 690 690 863 345 345 345 518 518 604 690 431 690 345 259 345 431 216 302 518 345 302 431 690 345 604 345 863 259 518 259 431 |
Blog Música Libre
Jean-Sébastien Bach 1685-1750
Sonate pour flûte & clavecin en si mineur, BWV 1030
Sonate pour flûte & clavecin en bémol majeur, BWV 1031
Sonate pour flûte & clavecin en la majeur, BWV 1032
Sonate pour flûte & continuo en ut majeur, BWV 1033
Sonate pour flûte & continuo en mi mineur, BWV 1034
Sonate por flûte et continuo en mi majeur, BWV 1035
Sonate pour flûte seule en la mienur, BWV 1013
En el Segundo
Georg Philip Telemann 1681-1767
Concerto en sol majeur pour flûte & cordes
Suite en la mineur pour flûte & cordes
3 Sonates pour flûte & clavecin
En el Tercero
Joseph Haydn 1732-1809
Sonate pour flûte en ut majeur, d'après Hob.III.72
Ludwig van Beethoven 1770-1827
Sérénade pour flûte, violon & alto, op.25
Franz Schubert 1797-1828
Introduction & variations sur le thème "Ihr Blümlein alle"
Robert Schumann 1810-1856
3 Romances
Y en el último
Claude Debussy 1862-1918
Sonate pour flûte, alto & harpe
Maurice Ravel 1875-1937
Introduction & allegro pour harpe, flûte, clarinette & quatuor à cordes
Albert Roussel 1869-1937
Sérénade pour flûte, harpe & trio á cordes
Arthur Honegger 1892-1955
Concertino da camera pour flûte, cor anglais & orchestre à cordes
3 Pièces de la Collection Fernand Oubradous
Arthur Honegger 1892-1955 · Romance
Amable Massis 1893-1980 · Pastorale
Henri Gagnebin 1886-1977 · Marche des gais lurons
Una de percusión
Memoires d'Hadrien
Impulsábame a ello mi gusto por el extrañamiento; me placía frecuentar a los bárbaros. Aquel gran país situado entre las bocas del Danubio y las de Borístenes, triángulo del cual recorrí por lo menos dos lados, se cuenta entre las regiones más sorprendentes del mundo, al menos para nosotros, hombres nacidos a orillas del Mar Interior, habituados a los paisajes puros y secos del sur, a las colinas y penínsulas. Allí adoré a la diosa Tierra, como aquí adoramos a la diosa Roma, y no hablo de Ceres sino de una divinidad más antigua, anterior a la invención de los cultivos. Nuestro suelo griego o latino, sostenido por la osamenta de las rocas, posee la elegancia ceñida de un cuerpo masculino; la tierra escita tenía la abundancia algo pesada de un cuerpo reclinado de mujer. La llanura sólo acababa en el cielo. Frente al milagro de los ríos mi maravilla no tenía fin; aquella vasta tierra vacía era tan sólo una pendiente y un lecho para ellos. Nuestros ríos son cortos, y jamás nos sentimos lejos de sus fuentes. Pero el enorme caudal que acababa aquí en confusos estuarios, arrastraba consigo los limos de un continente desconocido, los hielos de regiones inhabitables. El frío de una meseta española no es inferior a ningún otro, pero por primera vez me hallaba cara a cara con el verdadero invierno, que en nuestras regiones sólo hace apariciones más o menos breves, mientras allá se mantiene durante largos meses, y más al norte se lo adivina inmutable, sin comienzo ni fin. La noche de mi llegada al campo, el Danubio era una inmensa ruta de hielo rojo, y más tarde de hielo azul, en la que el trabajo interior de las corrientes marcaba huellas tan hondas como las de los carros. Nos protegíamos del frío con pieles. La presencia de ese enemigo impersonal, casi abstracto, provocaba una exaltación extraordinaria, una sensación creciente de energía. Luchábamos por conservar ese calor, como en otras partes luchábamos por conservar el coraje. Ciertos días, en la estepa, la nieve borraba todos los planos, ya harto poco apreciables; se galopaba en un mundo de espacio puro, de puros átomos. La helada daba a las cosas más triviales y blandas una transparencia y una dureza celestes. Un junco quebrado se convertía en una flauta de cristal. Assar, mi guía caucásico, rompía hielo al atardecer para abrevar nuestros caballos. Aquellas bestias eran uno de nuestros puntos de contacto más útiles con los bárbaros; los regateos y las interminables discusiones originaban una especie de amistad, y el respeto mutuo nacía de alguna proeza ecuestre. De noche, los fuegos del campamento iluminaban los extraordinarios brincos de los bailarines de estrecha cintura y sus extravagantes brazaletes de oro.
Pág 27.
Durante esos años que precedieron a la gran crisis, había tomado una decisión que llevó a mis enemigos a considerarme irremediablemente frívolo, y que en parte estaba destinada a lograr ese fin y parar así todo ataque. Pasé algunos meses en Grecia. La política, por lo menos en apariencia, no tuvo nada que ver con ese viaje. Se trataba de una excursión de placer y de estudio; volví con algunas copas grabadas y libros que compartí con Plotina. De todos mis honores oficiales, el que allí recibí me dio la alegría más pura: fui nombrado arconte de Atenas. Pude concederme algunos meses de trabajo y fáciles deleites, de paseos en primavera por colinas sembradas de anémonas, de contacto amistoso con el mármol desnudo. En Queronea, adonde había ido a enternecerme con el recuerdo de las antiguas parejas de amigos del Batallón Sagrado, fui durante los días huésped de Plutarco. También yo había tenido mi Batallón Sagrado, pero, como me ocurre a menudo, mi vida me conmovía menos que la historia. Cacé en Arcadia; rogué en Delfos. En Esparta, a orillas del Eurotas, los pastores me enseñaron un antiquísimo aire de flauta, extraño canto de pájaros. Cerca de Megara di con una boda rústica que duró toda la noche; mis compañeros y yo osamos mezclarnos a las danzas, atrevimiento que las pomposas costumbres de Roma nos hubieran vedado.
Pag 40.
…
La barca que el mercader Erasto de Éfeso me prestaba para navegar por el archipiélago fondeó en la bahía de Falera, y me instalé en Atenas como un hombre que vuelve al hogar. Me atrevía a tocar aquella belleza, trataba de convertir una ciudad admirable en una ciudad perfecta. Por primera vez Atenas se repoblaba, empezaba a crecer después de un largo período de decadencia. Doblé su extensión; preví, a lo largo del Iliso, una nueva Atenas, la ciudad de Adriano después de la de Teseo. Había que disponerlo y construirlo todo. Seis siglos antes, la construcción del gran templo consagrado a Zeus Olímpico había quedado interrumpida. Mis obreros se pusieron a la tarea; Atenas conoció otra vez la exaltación jubilosa de las grandes empresas, que no había saboreado desde los días de Pendes. La inspección de los trabajos requirió ir y venir diariamente en un laberinto de máquinas, de complicadas poleas, fustes semilevantados y bloques blancos negligentemente apilados bajo lío el cielo azul. Volvía a encontrar allí algo de la excitación de los astilleros navales; un navío aparejaba rumbo al porvenir. Por la noche, la arquitectura cedía el lugar a la música, esa construcción invisible. He practicado un poco todas las artes, pero sólo me he ejercitado constantemente en el de los sonidos, donde me reconozco con cierta excelencia. En Roma disimulaba esa afición, a la que podía entregarme discretamente en Atenas. Los músicos se reunían en el patio donde había un ciprés, al pie de una estatua de Hermes. Seis o siete solamente: una orquesta de flautas y liras, a la que a veces se agregaba un virtuoso de la citara. Casi siempre tocaba yo la flauta travesera. Ejecutábamos melodías antiguas, casi olvidadas, y también nuevas melodías compuestas para mí. Amaba la viril austeridad de los aires dorios, pero no me desagradaban las melodías voluptuosas o apasionadas, las modulaciones patéticas o artificiosas, que las personas graves, cuya virtud consiste en tenerlo todo, rechazan por considerarlas trastornadoras de los sentidos o del corazón. A través de las cuerdas entreveía el perfil de mi joven camarada, atentamente ocupado en cumplir su parte en el conjunto, y sus dedos que corrían a lo largo de los hilos tendidos. Aquel hermoso invierno fue rico en frecuentaciones amistosas; el opulento Ático, cuyo banco costeaba mis trabajos edilicios no sin obtener provecho, me invitó a sus jardines de Kefisia, donde vivía rodeado de una corte de improvisadores y escritores de moda; su hijo, el joven Herodes, era un conservador arrebatador y sutil a la vez, que se convirtió en el comensal indispensable de mis cenas atenienses. Había perdido por completo la timidez que lo hiciera quedarse corto en mi presencia, en la época en que la efebía ateniense lo envió a la frontera sármata para felicitarme por mi advenimiento, pero su creciente vanidad me parecía divertidamente ridícula. El retórico Polemón, famoso en Laodicea, que rivalizaba con Herodes en elocuencia y sobre todo en riqueza, me encantó por su estilo asiático, amplio y centelleante como las olas de un Pactolo; aquel hábil ajustador de palabras vivía como hablaba, con fasto. Pero el más precioso de los encuentros fue el de Arriano de Nicomedia, mi mejor amigo. Doce años menor que yo, había comenzado la bella carrera política y militar en la cual continúa honrándose y sirviendo. Su experiencia de los grandes negocios, su conocimiento de los caballos, los perros y todos los ejercicios corporales, lo ponían infinitamente por encima de los simples hacedores de frases. En su juventud había sido presa de una de esas extrañas pasiones del espíritu sin las cuales no hay quizá verdadera sabiduría ni verdadera grandeza: dos años de su vida habían transcurrido en Nicópolis, en Epiro, habitando el cuchitril frío y desnudo donde agonizaba Epicteto; se había impuesto la tarea de recoger y transcribir palabra por palabra los últimos pensamientos del anciano filósofo enfermo. Aquel periodo de entusiasmo lo marcó para siempre; conservaba de él admirables disciplinas morales y una especie de grave candor. Practicaba en secreto una vida austera de la que nadie tenía idea. Pero el largo aprendizaje del deber estoico no lo había endurecido en una actitud de falsa sabiduría; era demasiado fino como para no haberse apercibido de que los extremos de la virtud se asemejan a los del amor en que su mérito proviene precisamente de su rareza, de su condición de obra maestra única, de hermoso exceso. La inteligencia serena, la perfecta honradez de Jenofonte le servían desde entonces de modelo. Escribía la historia de Bitinia, su país. Había yo colocado a esta provincia, largo tiempo mal administrada por los procónsules, bajo mi jurisdicción personal; Arriano me aconsejó en mis planes de reforma. Lector asiduo de los diálogos socráticos, no ignoraba nada de las reservas de heroísmo, abnegación y a veces sapiencia con que Grecia ha sabido ennoblecer la pasión por el amigo; así, trataba a mi joven favorito con una tierna deferencia. Los dos bitinios hablaban ese dulce dialecto de la Jonia, lleno de desinencias casi homéricas, en el cual convencí más tarde a Arriano de que escribiera sus obras.
Pag. 88
….